domingo, 18 de marzo de 2018

Antígenos y Anticuerpos


Un antígeno es una toxina u otra sustancia foránea que induce una respuesta inmunitaria en el cuerpo, particularmente la producción de un anticuerpo. Es presentada a una célula B (la cual produce anticuerpos) por un antígeno encargado de hacer la presentación ante estas células, como una célula dendrítica. Un anticuerpo es un mecanismo que posee el cuerpo para combatir las infecciones y otras sustancias foráneas. Es una proteína producida por una célula en la sangre como respuesta para contrarrestar un antígeno específico. Forma una combinación química con la sustancia foránea que la vuelve inerte.
La estructura principal de todos los anticuerpos es muy parecida, están formados por una proteína con una típica forma de Y. Pero tienen en los extremos una pequeña región de la proteína que es altamente variable (en el dibujo de color azul). Esto permite una gran variabilidad, de tal manera que el sistema inmune es capaz de crear millones de anticuerpos distintos, cada uno con un extremo ligeramente distinto. Esta parte de la proteína se denomina región hipervariable. Cada una de estas variantes de anticuerpo se puede unir a un antígeno distinto.

Cuando un anticuerpo reconoce un antígeno complementario se une a el y lo marca para que sea atacado por otras células del sistema inmunitario. Estos complejos antígeno-anticuerpo son fagocitados por los leucocitos de tipo granulocitos.

La gran diversidad de anticuerpos que puede fabricar nuestro cuerpo se explica por las combinaciones al azar de un conjunto de genes que codifican los distintos sitios de unión de los anticuerpos a los antígenos. Estos genes también sufren mutaciones aleatorias, lo que genera una diversidad aún mayor.


Los anticuerpos monoclonales son muy utilizados en medicina y biomedicina. Se usan para detectar la presencia y cantidad de una sustancia en la sangre.

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