Historia
En el año de 1560, luego de 26 años de ser fundada por los españoles la actual capital de Quito, se solicitó a la Corona Española (presidida por el Rey Felipe II) la creación de una Real Audiencia para lograr una autonomía en relación al Virreinato de Lima, al cual pertenecía desde su creación en 1541.
Desde su creación, los españoles no le dieron la importancia que se merecía. El Rey Felipe II arrendaba la Presidencia de Quito, a acaudalados ciudadanos peruanos, como arrendar una granja, sin escrúpulo. Fue muy poco su interés por estas tierras, que el presidente designado demoró 5 años en llegar a cumplir sus funciones.
En 1739 pasar a formar parte de manera definitiva de Nueva Granada (al Virreinato de Santa Fe, Bogotá). El último Presidente de la Audiencia de Quito, Melchor de Aymerich, fue derrotado finalmente por el Ejército independentista del General Sucre en la batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822. El Acta de Capitulación fue firmada el 25 de mayo de 1822.
10 DE AGOSTO DE
1809, SE DECLARÓ EL PRIMER GRITO DE INDEPENDENCIA
El Primer Grito
de la Independencia inicia el 9 de agosto de 1809. Ese día en la casa de
Manuela Cañizares, ubicada junto a la iglesia de El Sagrario, un núcleo de
intelectuales, doctores, marqueses y criollos se reunieron para definir una
estrategia para liberarse del yugo español. Esa noche, los historiadores
afirman que ante la desmotivación de algunos de los presentes, Manuela
Cañizares les increpó: “¡Cobardes (...) hombres nacidos para la servidumbre ¿
De qué tenéis miedo...? ¡No hay tiempo que perder
En la madrugada
del 10 de Agosto se organizó la Junta Soberana de Gobierno. Juan Pío Montúfar,
Marqués de Selva Alegre, fue el presidente de este núcleo, que buscó derrocar
del poder a Manuel Urriez Conde Ruiz de Castilla, quien presidía la Real
Audiencia de Quito. En la toma de esta decisión estuvieron el obispo José Cuero
y Caicedo (vicepresidente), además Juan de Dios Morales, secretario del
despachosl del Interior; Manuel Quiroga , de Gracia y Justicia y Juan Larrea,
de Hacienda, además de ciudadanos, quienes lucharon por terminar con el yugo
español. Ya, el 10 de Agosto, el doctor Antonio Ante, secretario general de la
Junta de Gobierno, visitó a Manuel Urriez, quien fue el presidente de la Real
Audiencia de Quito, para comunicarle que la Junta de Gobierno decidió relevarlo
de sus funciones. A este acto, de notificación se conoce como el Primer Grito
de la Independencia. Entre tanto, el coronel Juan de Salinas, al mando de las
fuerzas militares, declaró la lealtad a la Junta de Gobierno y al rey Fernando
VII. La Junta Soberana de Gobierno, 6
días después, realizó un Cabildo Abierto en el Convento de San Agustín, en
donde ratificaron todo lo actuado el 10 de Agosto. Las decisiones de la Junta
fueron informadas a las autoridades de ciudades cercanas, quienes consideraron
estas acciones como una rebelión, por lo que decidieron enviar fuerzas
militares desde Guayaquil, Popayán y Pasto para así aplacar los aires de
independencia de Quito.
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