viernes, 14 de julio de 2017

EL GRAN FUEGO (O) EL GRAN INCENDIO QUE ARRASÓ LA CIUDAD DE GUAYAQUIL EL 10 DE NOVIEMBRE DE

también conocido como el Incendio Grande, fue un incendio de enormes proporciones que arrasó la ciudad de Guayaquil
El fuego de inició en la noche del 5 de Octubre y se extendió hasta la tarde del 8 de Octubre de 1896. El fuego destruyó aproximadamente la mitad de la ciudad, desde el sector de la Gobernación hasta el inicio del Barrio las Peñas. 
Se habló de un sabotaje al edificio de la gobernación iniciado en la manzana de enfrente, donde funcionaba el almacén de lencería denominado "La Joya", sin tomar en cuenta la dirección en la que el viento corría
El lunes 5, a las 11 y 40 de la noche, unos gritos llamaron la atención del vecindario de las actuales calles de Aguirre, Malecón, lingworth y Pichincha. Estaban ardiendo los bajos de la casa de un doctor llamado Carlos Matheus y Pacheco, situada en la esquina de Malecón y Aguirre, donde funcionaba el almacén de novedades
Esta primera manzana comprendía 5 casas, a saber: Por el Malecón, la del doctor Matheus y de la señora V. de Aguirre que vivía en París en el momento del flágelo; luego la del doctor Vallejo que estaba en construcción; la de la familia Ycaza, donde vivía una familia de apellido Wright, teniendo en los bajos a la Librería Española de Pedro V. Janer y las oficinas de González Bazo. Por último está la casa de don Adolfo Hidalgo Arbeláez, en cuyos bajos funcionaba el Banco Territorial y la Compañía Ecuatoriana de Seguros contra Incendios, que quebró a consecuencia del siniestro, como las demás compañías de seguros que existían en Guayaquil, al no poder cubrir los daños que el público asegurado reclamaría después
 Gobernador de la Provincia, al saber que las llamas amenazaban contaminar el histórico edificio de la Gobernación, se trasladó a las 12 de la noche a los bajos y organizó su defensa con piquetes de voluntarios que subidos al techo apagan los maderos encendidos que saltaban por los aires a través de la bocacalle. Igualmente junto a algunos caballeros de la localidad salvó el archivo administrativo de Guayaquil y su provincia, trasladándole al Cabildo, donde permaneció varios meses en calidad de depósito. Ambos edificios fueron magníficamente defendidos y esta labor impidió que el fuego se extendiera por el río, hacia el sur, salvándose el Barrio Villamil y el Astillero








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